HUTCHINSON- GILFORD
1  afectado/a de cada 4 a 8 millones de recién nacidos

El síndrome de progeria Hutchinson- Gilford fue descrito por  primera vez en 1886 por el Dr. Jonathan  Hutchinson, su nombre deriva del  planteamiento propuesto  en 1904 por el Dr. Hastings Gilford.

Se trata de  una enfermedad genética  rara caracterizada por el envejecimiento prematuro en edades tempranas. El proceso de envejecimiento en estos individuos es entre 5 y 10 veces más acelerado de lo normal.



El síndrome de Progeria Hutchinson-Gilford debe diferenciarse del síndrome Wiedemann-Rautenstrauch conocido como síndrome neonatal progeroide, en el cual el inicio del envejecimiento comienza en el útero, y los signos y síntomas son evidentes al nacer. 

Debe además diferenciarse del síndrome de Werner que comienza en la adolescencia o edad adulta temprana.



Es considerado como síndrome segmentario del envejecimiento, pues pese a que sus síntomas son característicos del envejecer, no presentan un declive de la capacidad cognitiva o incremento de la incidencia del cáncer. 









CAUSAS
 
Las causas que expliquen un rápido envejecimiento aún son desconocidas, pese a ello, se ha detectado que los pacientes con progeria de Hutchinson- Gilford presentan  una mutación autosómica dominante del cromosoma 1q en el  locus 1q22-1q23 que presenta el gen que codifica para la lámina A (gen LMNA), produciendo una proteína tóxica denominada progerina.

La lámina A normalmente constituye un componente importante de la red de tipo andamiaje de proteínas que se encuentra justo adentro de la membrana nuclear y se llama lámina.

Para encontrar su camino hasta la lámina, la lámina A lleva dos señales, algo así como códigos postales, que la ayudan a dirigir su viaje. Una señal en el final de la lámina A le ordena a otra proteína que la modifique a través de un proceso llamado farnesilación

La farnesilación une la lámina A a la membrana nuclear interna. Una vez allí, una segunda señal dentro de la proteína le indica a una enzima que corte la porción terminal de la proteína, incluyendo el grupo farnesil, liberando la lámina A para que se integre correctamente a la lámina nuclear.

Debido a que la progerina lleva la señal de farnesilación pero carece de la segunda señal de corte, interrumpe el andamiaje nuclear y causa una desfiguración grosera del núcleo. Las células con progerina tienen un núcleo con una forma “globular” o lobulada característica. 


Se ha experimentado con un ratón deficiente de proteasa Zmpste24 que manifiesta los síntomas de HGPS. Al analizar la lámina A, se reveló la acumulación de progerina (forma no procesada de la lámina A y característica de estos pacientes). Esto condujo a los investigadores a identificar a la proteasa (tijera molecular), responsable del preprocesamiento adecuado de la pre- lámina A que no es otra que la Zmpste24.

Otros autores han propuesto que un déficit en el metabolismo de la vitamina E podría ser en parte responsable de la alteración.










No presentan ninguna característica que permita su diagnóstico al nacimiento. Sin embargo, a medida que va avanzando el tiempo, los niños presentan  crecimiento disminuido, vasos sanguíneos en malas condiciones, desarrollo óseo retardado, caída del cabello, áreas de piel normal que alterna con zonas de esclerodermia, en las cuales la epidermis presenta un aumento de melanina de la capa basal, la dermis es delgada y presenta zonas de desorganización de fibras colágenas y áreas de hialinización. 

A nivel del tejido subcutáneo se evidencia pérdida de tejido graso. En el hueso hay múltiples anomalías, tipo: osteolisis, osteoporosis, displasia esquelética, necrosis avascular de la cabeza femoral, luxación de cadera y fracturas sin resolución.

Uno de los hallazgos más distinguidos en pacientes con progeria es el aumento de excreción de ácido hialurónico en la orina, aunque el papel de este factor no ha podido ser del todo aclarado en la etiopatogenia de esta enfermedad.  Entre los 2 y 10 años de edad, los niños normales ganan un aproximado de 1,80 kg / año, mientras que los niños con progeria ganan únicamente 0,44 a 0,65 kg / año.







MANIFESTACIONES MÁS TARDÍAS:

Hipoacusia conductiva para frecuencias bajas

Erupción parcial de dientes secundarios; malposición  dentaria

Articulaciones prominentes (engrosadas), con contracturas y rigidez

Osteoartritis. Osteopenia.Osteoporosis

Coxa valga

Marcha inestable

Voz de tono agudo



Complicaciones cardiovasculares:

Infarto del miocardio.

Isquemia cerebral transitoria, accidente cerebrovascular.

Insuficiencia cardíaca.



EXPECTATIVA DE VIDA


Los niños que nacen con esta mutación envejecen y mueren precozmente –la edad media de muerte se sitúa en los 13 años–, porque la progeria acelera la aparición de enfermedades cardiovasculares que afectan normalmente a los adultos a partir de los 60 o 70 años
La expectativa de vida para los pacientes con progeria es de 13 años, con rangos entre 7 y 27 años, aunque ha sido descrito un paciente que falleció a los 45 años por un infarto del miocardio.